por La segunda Noche de Verano en San Miguel nos llevó a contemplar el camposanto desde la perspectiva del arte. Cuatro damas del siglo XIX condujeron a los espectadores entre joyas de la piedra, el metal y el cristal con música de un violín en directo que amenizaba el recorrido.
El pasado 27 de julio, en San Miguel se habló un lenguaje universal, el del corazón. Alma y sentimiento pusieron los protagonistas de esa noche de verano.
La explosión de alegría del arquitecto Rafael Mitjana al descubrir la finalidad de un templo milenario, el Dolmen de Menga… quizá por un sueño, un espejismo o la visión tan real de una sacerdotisa druida.
La exquisita dedicación que el matrimonio Maumejean ponía en cada una de sus vidrieras.
La ternura del escultor Antonio Gutiérrez de León con su sobrina al realizar el boceto de una niña abrazada a la cruz.
El amor en contraposición a la fuerza y el aliento de vulcano del maestro fundidor Tomás Trigueros.
Y el tormento emocional que llevó a la muerte al pintor Joaquín Martínez de la Vega, el Velázquez malagueño.
Su alma luchaba por liberarse de la pesada carga hasta que, por fin, se hizo libre y pintó la luna, montañas y un río, pájaros que querían ser libres como ella y desde el corazón se reencontró con la alegría de vivir.
Joaquín, ya eres libre… aquí estás en el Parnaso de los pintores ilustres…por fin verás a tu niña y la podrás besar y abrazar.
Feliz, entraba en la capilla de los Heredia.
Con gran sobrecogimiento terminaba esta noche de verano. Eduardo Nieto pronunció unas palabras finales, presentando al gran elenco de artistas y al equipo de Eventos con Historia. Asimismo, adelantaba el contenido de nuestra próxima Noche de Verano el 31 de agosto que nos llevará a la Málaga industrial de los años 50 donde haremos un guiño al mundo del circo, entre otros episodios destacables, y quizás olvidados, de personas que hicieron grande a Málaga.
Solo nos queda felicitar a nuestro equipo de Eventos con Historia y dar las gracias a Parcemasa, a Vidrieras Viarca, a Juanjo Carretero por el dibujo de la niña abrazada a la cruz y a todas las personas que acudieron a esta visita.
Sin vuestra presencia, no tendrían sentido estas noches de verano en San Miguel.
Os dejamos con la GALERÍA FOTOGRÁFICA:
