por Jamás un espacio tan muerto estuvo tan vivo. La jornada de ayer, día 31 de agosto de 2018, fue testigo de la proyección tan vital que cobró esta tercera Noche de Verano en San Miguel.
Así, el camposanto se convirtió en un gran mercado donde clientas de los años 40 sorprendieron al público con su aparición y a lo largo de un recorrido amenizado por música de violín. Peculiar fue la forma de explicar a los asistentes la vida y obra de grandes comerciantes e industriales enterrados en San Miguel, así como otros personajes y anécdotas varias. Piedad Pérez cautivó por su distinción y desparpajo, la cubana Rosalía Herrera puso la clase y el punto exótico, Purificación de García enamoró por su personal toque con chispa y Blanca de la Rosa, que venía de la feria de Ronda, sedujo a los asistentes por su vibrante espontaneidad.
Un espacio de representación para cada sentido:
- El tacto fue desarrollado magistralmente por la clase y el estilo del sastre Francisco Guzmán junto a la modista Elisa Corpas. Pudimos aplaudir el resultado final del trabajo de ambos gracias a dos modelos vestidos de novios por sus creadores.
- El gusto tuvo un protagonista: el chocolate. Entrañable escena del fundador de chocolates Santa María, Antonio Morales, junto a a un par de niños que, tentados por el olor de tan delicioso alimento, acuden a la fábrica del maestro chocolatero.
- El oído nos dejó una marca en forma de pregones con mucho arte y amor por parte de la Tía Mercedes: Casa Mira. Sus turrones fueron irresistibles para dos chiquillas en la feria que pedían incesantemente a su tito tal manjar… Simpática y tierna escena la que nos dejó.
- El olfato nos guió hasta el puesto de la florista Carmen García. Nos emocionó con su trayectoria de vida, pues su historia no se entiende sin el cementerio San Miguel.
- Y llegamos a la vista. Ya en el espacio central, nuestros viajeros del tiempo se acomodaron, como si de una sala de proyección se tratara, para contemplar la historia de un cine, el Victoria, explicada con mucho sentimiento por parte de su creador, Luis Moreno. Este le iba contando a su nieta su evolución, al tiempo que iban apareciendo secuencias de películas que marcaron una época en el mismo:
- «Nerón y Agripina». Exponente del cine mudo, que causó en el público asombro y comicidad.
- La emblemática «Casablanca», como referente del cine en blanco y negro. Para siempre quedará, no París, sino esta escena en torno a un convulso amor al son de «As Time Goes By» que deleitó a los asistentes.
- «María y la Otra», película con la que el Victoria echó el cierre. Dos enamorados embelesaron a la audiencia creando un momento mágico y sublime con una canción que erizó la piel a más de uno.
Hasta aquí lo que fue la noche. Una treintena de personas fueron los artífices de tal despliegue escénico y de que la magia, una vez más, se haya producido en San Miguel. Es por ello que queremos dar nuestra más sincera enhorabuena a todo el equipo de Eventos con Historia, al elenco de artistas y a todas las personas que están detrás. Como no, agradecemos a Parcemasa su gran apoyo para hacer posible estas Noches de Verano que, no olvidemos, tienen un cariz solidario.
De manera especial, queremos agradecer la presencia y ayuda para la ocasión de las familias Guzmán, de Casa Mira y de chocolates Santa María. Nos gustaría recalcar el momento tan sentido que se vivió cuando el octogenario nieto del maestro chocolatero fue homenajeado al final de la representación. No le salía palabra alguna, solo el gesto de tocarse el corazón.
Os dejamos ahora con el REPORTAJE FOTOGRÁFICO de esta noche tan tan viva.
También están disponibles los vídeos de las diferentes representaciones en nuestro CANAL DE YOUTUBE: https://www.youtube.com/channel/UCO8VZQWJL2HFSRG4ZYCT8rg
